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Las cartas (fragmentos)

Publico en este bloc algunos fragmentos de algunas cartas, de la mayoría, de las que conforman el libro "Cartas Polacas" para que te puedas hacer una idea de su talante, de su estilo, de su manera de tratar los temas; para que veas que no pretendo ni convencer ni pontificar sino solamente aportar a cada tema de los que trato (mira el índice y lee también las notas) opiniones de personas muy diversas, datos contrastados e informaciones de fuentes fiables para que todo ello te ayude a cuestionar el relato que sobre el "problema catalán" te están vendiendo los partidos y los medios de comunicación. Te aseguro que, prejuicios al margen, si eres persona cabal, no permanecerás indiferente tras la lectura del libro pues probablemente te percates de que tras el pregonado "problema catalán"  se pretende ocultar un problema que en realidad es español, y grave. Publico íntegra la carta número 4 "No queremos romper España: se descompone ella sola", puest

A modo de proemio ¿Por qué estas cartas?

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(texto íntegro) Mi dilecto amigo, Ahora que el  género epistolar no solo decae sino que sucumbe víctima de internet, de Facebook, de WhatsApp, de YouTube, de Messenger,  de WeChat, de Instagram, de Tumbir, de Twitter, de Skype y demás vías de comunicación de similar tipología, ahora, por ir contra corriente no solo en el fondo, me propongo componer un modesto epistolario,   con la única y bienintencionada intención, te lo juro, de acercarte a la realidad de lo que pasa en Catalunya, sin pretender convencerte de nada porque te respeto, sino solamente con el firme propósito de testimoniarte, con pruebas cabales, las falsedades que te están vendiendo como ciertas y con el ánimo de abrirte los ojos a lo que te están ocultando, de proporcionarte, en fin, recursos para que puedas cuestionar el relato, te aseguro que ficticio, que te están vendiendo. Deseo que todavía no estés irreparablemente abducido por quienes entonan procaz

La sentencia 31/2010 “contra” el Estatut de Catalunya.

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(fragmentos) “La STC 31/2010, formalmente fue una sentencia, pero materialmente fue un golpe de Estado. Y un golpe de Estado protagonizado por un Tribunal Constitucional triunfa siempre. No puede fracasar, como puede hacerlo cuando el protagonista es un teniente coronel de la Guardia Civil. Al elegir al Tribunal Constitucional como instrumento para dar el golpe, Mariano Rajoy sabía lo que hacía” . No soy yo, amigo, aunque lo suscribo, quien esto dice pues me interesa reiterarte que en estas cartas, aunque yo pongo la mano, la voz es mayoritariamente ajena, así huyo de subjetivismos de los que fácilmente, y tal vez con razón, me acusarías. No, no soy yo, sino que quien lo afirma con tal rotundidad es nada menos que Javier Perez Royo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, una de las muchas voces que en el mundo académico del derecho (en el judicial hay clamoroso silencio) se han podido oír criticando esta sentencia y clamando contra todo lo que ha ven

Repercusiones internacionales del soberanismo catalán

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(fragmentos) Cuando Carles Puigdemont abandonó la cárcel alemana de Neumünster donde había estado retenido unos días, el director de la institución le pidió que firmara en el libro de autoridades donde recogen testimonio de los visitantes ilustres que acuden al penal. Sí, ya sé que es una anécdota; pero es que, a veces, las anécdotas revisten carácter de categoría y ésta refleja a la perfección el desencuentro, aquí negado, entre una parte ya notable y creciente de la opinión pública internacional y la opinión publicada en estos lares sobre el trato político y singularmente sobre el maltrato judicial que se está dando a las pretensiones independentistas catalanas. (....)   Efectivamente ningún país ha reconocido la República Catalana porqué nadie puede reconocer aquello que no existe. Igualmente cierto es, sin embargo, que la comunidad internacional, como acabo de exponer, conoce ahora la existencia de un conflicto político en Catalunya por la negativa del Estado Español a

No queremos romper España: se descompone ella sola

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(texto íntegro) “…entre una España que muere y otra España que bosteza. Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Antonio Machado Te juro, amigo, que he pensado y valorado muy mucho la oportunidad de incluir la segunda frase en el titular de esta nueva carta.  Mucho. Sin embargo, puesto que la acusación de querer romper España que se nos hace a los catalanes independentistas es tan descabellada como injusta, he creído conveniente combatirla ya desde buen comienzo con esa otra que tú seguramente rechazarás, pero que yo veo más ajustada a la realidad que la primera. Veamos. Por más que para hablar con propiedad sobre eso de romper España sería fundamental que primero estableciéramos (vaya pretensión, ¿no?) si España es una única nación, sujeta, por tanto, al riesgo de ser rota, separada y troceada, como se mantiene por legión de políticos y tertulianos,  o si por el contrario es un estado plurinacional compue

Llarena, Marchena, fiscales sumisos: el lawfare contra Catalunya

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(fragmentos) Tal vez, apreciados, no os suene ese término “lawfare” que uso en el titular de esta nueva misiva. Pues bien, literalmente significa “guerra judicial” en tanto que está compuesta del termino law (ley) y warfare (guerra) y es un palabro que apareció en 2010 como título de un bloc que publica el Institut Lawfare en colaboración con la institución Brookings y que inició Benjamin Wattes autor y ex redactor editorial del The Washington Post y los profesores de derecho Jack Goldsmith de Harvard y Robert M. Chesney de Austin. Ambos ostentaron también cargos en el Departamento de Justicia durante las presidencias de Bush y de Obama. Ya ves que los créditos del palabro son notables. En tanto que guerra asimétrica, el lawfare consiste en utilizar el sistema legal y especialmente y de manera vital la estructura del poder judicial contra un enemigo, perjudicándole o deslegitimándole o haciéndole perder el tiempo o intentando obtener una victoria en relaciones públicas. Obviamen

El Lawfare (2): la epopeya Llarena

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(fragmentos) Como te decía al finalizar la anterior carta, remitiéndote a ésta, la actuación del juez Llarena en la instrucción de la causa del “procés” constituye una colección de irregularidades, cuando no de prevaricaciones, que darían (y probablemente darán pues habrá quien lo escriba) para todo un libro. (.....) Empezar diciendo que el juez Llarena nunca debió instruir esta causa es redundar en lo dicho en la carta anterior. Pero, a sus irregularidades personales, (ver notas 3, 4 y 5 de la carta anterior) hay que añadir porqué es muy trascendente en tanto que el tema va a llegar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que tampoco la Audiencia Nacional ni el TS debieron haberla asumido porque, como afirman más de un centenar de catedráticos y profesores de distintas universidades españolas, ni la AN ni el TS son competentes para juzgar a personas no aforadas, como no lo son los Jordis (Cuixart y Sánchez), mientras que los sí aforados debieron ser juzgados en el TSJ

Hablad en cristiano: la lengua como problema

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(fragmentos) ¿Te das cuenta, amigo, que la gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piense en catalán es la misma gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piense? (1). Fíjate que me parece que no voy a perder tiempo, ni a hacértelo perder, refutando en esta carta esa ridícula cantinela que habrás oído y que se desmiente a sí misma de que “en Catalunya no se habla ni se puede hablar en castellano”, pues las idioteces son para los idiotas y tú y yo, amigo, tenemos cosas serias de las que hablar. Bien es cierto, no obstante, como digo en la frase de cabecera, que “l a gente cree lo que quiere creer” . (......) Mayor enjundia tiene, me parece, la controversia respecto a si el castellano es una lengua impuesta o, por el contrario, es una lengua que hemos  adoptado voluntaria y espontáneamente todos los pueblos que convivimos en la piel de toro. (.....) Ya sé que suena como tonto eso de que catalanes, vascos, gallegos, aragoneses, as